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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Pisadas que dejan huella


Caminaba, caminaba sola por el frío bosque. Durante un largo periodo de tiempo, los árboles, que ahora se desnudaban poco a poco deshaciéndose de las hojas que cubrían sus vergonzosas ramas, su blanco camisón y ella se habían encaminado en una peregrinación mental de la que prometía volver pronto. Y, de hecho, se había tomado demasiado en serio su misión.
¿Cuánto tiempo llevaba fuera?, ¿semanas?, ¿meses? Sólo recordaba que cuando partió, los prados se teñían de un saludable color verdoso que empujaba a cualquiera a sus adentros. Ahora, acercándose al corazón de un bosque situado en mitad de la nada, la hierba y las hojas secas morían bajo sus pies con cada paso que ella daba.
Hacía frío, no obstante, las bajas temperaturas no provocaban reacción alguna que tuviera como causa su veraniega prenda; sus entumecidos dedos habían soportado tanto que ya no sentía nada, como si fuese un sueño, su subconsciente trataba de engañarla.
Su madre la mataría si se enterase que iba tan ligera de ropa en esa época. Aunque, ¿era eso verdad?, ¿acaso tenía alguien que criticaba cada una de sus elecciones sin permitirle equivocarse por sí misma? No lo sabía, pues, durante su viaje, había creado tantas realidades paralelas con su imaginación que ya no recordaba cuál de ellas era la que había acunado a la joven hasta convertirla en un proyecto de mujer.
Sí que se acordaba que cuando se marchó repentinamente de su hogar, situado en cualquier punto del planeta, quería olvidarse de todo aquello que la abrumaba día a día, dejar de lado el bullicio de la gente que conspiraba contra ella con sus miradas maliciosas, deshacerse de los pensamientos que la envenenaban poco a poco con su burbujeante odio...
Había estado tanto tiempo sin conversar con su mente que, cuando deseaba contarle sus sentimientos más profundos y compararlos con otros ya pasados, ésta no podía contactar con él, como si nunca hubiese existido, como si su vida se basase sólo en ir a algún lugar que ella desconocía. 
Había olvidado su voz, hacía tanto que no hablaba que ya no sabía ni cuál era el secreto para hacer vibrar sus cuerdas vocales, como si de un hechizo de magia se tratase. Su registro le era prácticamente desconocido, no se decantaba por si su voz era chillona caramelizada en arrogancia o grave y bastante provocativa. ¿Quién se lo iba a decir, el viento?
En el reflejo de algún pequeño lago podía presenciar una figura esbelta con el pelo oscuro que mostraba un semblante inexpresivo. Las calmadas aguas le revelaban que era ella, cosa que negaba rotundamente. ¿Desde cuándo se había transformado en eso? Los mechones negruzcos caían amenazantes por sus hombros advirtiéndole sobre el animal que se había vuelto; las ojeras se trazaban bajos sus ojos sumiéndola en el cansancio que intentaba apoderarse de ella poco a poco; en cuanto al vestido, o lo que quedaba de él, narraba los más crueles enfrentamientos con los seres vivos de alrededor, siendo como una prueba de fuego en su memoria.
Desde entonces su misión cambió. En un momento, quiso encontrar a su verdadero yo y lo único que hizo fue perderse todavía más en la neblina de su conciencia. Entró por olvidar todo de sí misma y, ahora que lo había conseguido y se había dado cuenta de que no era el camino correcto, retrocedería buscando a la prepotente joven de antes, si es que recordaba cómo hacerlo o si sería su antiguo yo y no uno de una realidad distinta. Mientras tanto, continuaría caminando.

10 comentarios:

  1. Es genial *___________* Me encanta ^^ Te ha quedado súper bien :D Además es...creo que es la forma en la que está escrito,que me ha gustado muchísimo :3
    ¡Besos,bonita! Espero que subas más pronto ^^

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  2. Creo que la chica a la que describes somos todos cuando estamos a solas, cuando estamos perdidos, cuando estamos tristes. Somos, al fin y al cabo. Un animal, qué importa la voz o el aspecto, las relaciones o incluso dónde estemos.
    Es
    ley
    de
    supervivencia.
    Aunque algunos vivimos de lo que leemos, y me acabas de alimentar mucho con tu texto...
    Muy bueno :)
    Un besito.


    M.

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  3. Me ha encantado, esta super bien (:
    La forma en la que lo narras combina muy bien con la situación descrita. Porque da igual la apariencia cuando te buscas a ti mismo, nada importa cuando cometes un error, solo importa arreglarlo.

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  4. Que bonito!! y esas metaforas te llegan al fondo del alma :)

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  5. Me encanta tu blog y la forma en la que escribes, te sigo, ¿te pasas? http://alexia-memoriasentinta.blogspot.com.es/

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  6. Wowwwwwwwwwww qué bonito jo, me encanta tu estilo al escribir! Y con metáforas ais, la verdad es que me encanta escribir pero nunca se me ocurre sobre qué jajajaja

    Un besito desde http://ariannesboot.blogspot.com/

    xx

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  7. Por un momento me he sentido la protagonista de tu relato,pero qué bien escribes! La verdad que una por Blogger se encuentra artistas eh! Que te parece si nos seguimos? :)

    xx
    vivesolosondosdias.blogspot.com

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  8. Perfecto!
    Increíble narración y maravillosa historia. Esa inmersión en busca de un futuro y el posterior recuerdo de un pasado... Sencillamente excelente ;)
    Un beso!

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  9. Al leer esta entrada he sentido dos cosas diferentes:
    1. Me he sentido fatal por no haberme pasado antes por aquí. Tu blog es de mis favoritos, y lo seguirá siendo siempre, y me avergüenza haberlo tenido abandonado, así que te pido perdón cielo.
    2. Me han entrado ganas de llorar al darme cuenta de que esa joven podría ser yo, perfectamente. Tengo la sensación de que he cambiado sin darme cuenta, y ahora que lo analizo, no me gusta lo que parece que soy ahora. Quisiera regresar atrás y volver a ser la de antes, a tener mi sonrisa tatuada en la cara y a pensar en positivo. Como ella, seguiré caminando, esperando encontrarme de nuevo, o al menos, alguien parecido a la que solía ser.
    Eres increíble, jamás lo olvides. Un besazo enorme cariño.

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